miércoles, 22 de junio de 2011
FINALIDAD, LEN Art. 71:
La formación docente tiene la finalidad de preparar profesionales capaces de enseñar, generar y transmitir los conocimientos y valores necesarios para la formación integral de las personas, el desarrollo nacional y la construcción de una sociedad más justa. Promoverá la construcción de una identidad docente basada en la autonomía profesional, el vínculo con la cultura y la sociedad contemporánea, el trabajo en equipo, el compromiso con la igualdad y la confianza en las posibilidades de aprendizaje de los/as alumnos/as.
El Derecho a enseñar está garantizado por los siguientes artículos de la Ley N° 26.206:
LEN Art. 1: Derecho a enseñar y aprender regulado por esta Ley, garantizado en la Constitución
LEN Art. 6: El Estado garantiza el ejercicio del derecho constitucional de enseñar y aprender
LEN Art. 14 y Art. 62: Educación en los servicios de gestión privada
LEN Art. 67: Derecho de los docentes a enseñar
LEN Art. 128: Acerca De los padres que tienen el derecho de ser reconocido como los primeros educadores…
LEN Art. 6: El Estado garantiza el ejercicio del derecho constitucional de enseñar y aprender
LEN Art. 14 y Art. 62: Educación en los servicios de gestión privada
LEN Art. 67: Derecho de los docentes a enseñar
LEN Art. 128: Acerca De los padres que tienen el derecho de ser reconocido como los primeros educadores…
Funciones de la Formación Docente, LEN Art 72:
-la formación docente inicial,
-la formación docente continua,
-el apoyo pedagógico a las escuelas y la investigación
-la formación docente continua,
-el apoyo pedagógico a las escuelas y la investigación
IFD, institutos de formación docente
Los Institutos de Formación Docente, ayudan a:
Descomprimir la matrícula universitaria (especialmente en las grandes ciudades)
Atender a la diversificación de la oferta educativa
Posibilitan la generación de focos culturales respetando las idiosincrasias locales, atendiendo a las necesidades educativas y sociales.
El Instituto Nacional de Formación Docente como organismo responsable de: (Art. 76)
a) Planificar y ejecutar políticas de articulación del sistema de formación docente inicial y continua.
b) Impulsar políticas de fortalecimiento de las relaciones entre el sistema de formación docente y los otros niveles del sistema educativo.
c) Aplicar las regulaciones que rigen el sistema de formación docente en cuanto a evaluación, autoevaluación y acreditación…
d) Promover políticas nacionales y lineamientos básicos curriculares para la formación docente inicial y continua.
e) Coordinar las acciones de seguimiento y evaluación del desarrollo de las políticas de formación docente
f) Desarrollar planes, programas y materiales para la formación docente inicial y continua y para las carreras de áreas socio humanísticas y artísticas.
g) Instrumentar un fondo de incentivo para el desarrollo y el fortalecimiento del sistema formador de docentes.
h) Impulsar y desarrollar acciones de investigación …
La formación docente se estructura en dos (2) ciclos, LEN Art. 75:
a) Una formación básica común, centrada en los fundamentos de la profesión docente y el conocimiento y reflexión de la realidad educativa y,
b) Una formación especializada, para la enseñanza de los contenidos curriculares de cada nivel y modalidad.
La formación docente para el Nivel Inicial y Primario tendrá cuatro (4) años de duración y se introducirán formas de residencia
Revista del INFOD
http://red.infd.edu.ar/revista.php
ARTÍCULO de interés:
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/nota.php?id=252426
“Con buenos docentes se puede volver a interesar a los chicos”
Jaim Etcheverry, autor de La tragedia educativa, prepara un nuevo libro sobre la formación de los jóvenes. Sostiene que es prioritario revalorizar social y económicamente a los maestros.
05-09-2010
Ariel Sevilla
asevilla@diariouno.net.ar
Si bien el médico y especialista en educación Jaim Etcheverry (67) sigue como investigador en el Conicet, luego de casi medio siglo de transitar por la Universidad de Buenos Aires como docente, decano y rector, hace dos años que está jubilado por la fuerza de la edad. No obstante, asegura: “Sigo escribiendo y hablando... demasiado”.
De hecho, el autor de La tragedia educativa (1999), libro que supo cosechar adherentes y detractores, quien la semana pasada estuvo en Mendoza para disertar en el XIII Congreso Argentino de Salud, destaca que se hace oír a través de una columna mensual en la revista del diario La Nación y prepara una nueva obra que aún no tiene título pero sí un tema bien definido: siempre transitando el vertiginoso universo de la educación, ahora ausculta a los “jóvenes interesables”.
“No pienso escribir una segunda parte de La tragedia educativa, sino algo referido a los jóvenes, porque les estamos negando la posibilidad de recibir una herencia que les corresponde y que nadie les da –expone Etcheverry–. No estamos dándoles las aptitudes básicas humanas porque nos resistimos a enseñar. Creo que estamos enseñando menos, un poco por comodidad, por responder a las demandas de facilismo. Y creo que los chicos siguen siendo interesables y que el conocimiento tiene la capacidad de interesar”.
Tras disertar en el Congreso sobre la simbiosis que debe darse entre la faceta humana de los médicos y la tecnología y la ciencia para tratar y curar a los pacientes (ver aparte), Etcheverry conversó con UNO, entre otros, sobre el gran aspecto que lo desvela: el sistema educativo.
–A 11 años de La tragedia..., ¿le podríamos cambiar el título al libro?
–No. Sigue siendo igual. Tal vez un poco peor. Hay una caída en el rendimiento de los estudiantes: entre 2000 y 2006 cayeron las habilidades básicas, como la compresión lectora, la matemática, las ciencias.
–¿Y cómo se logra interesar a los jóvenes?
–Con buenos docentes se puede volver a interesar a los chicos en el conocimiento concreto. Acá lo que está en juego es el futuro de ellos y de la Argentina. El conocimiento no es algo decorativo, es algo que sirve para el progreso personal y social. Ahora la información está en todos lados, pero lo importante es el pensamiento atrás, la interpretación de esa información; y para eso se necesita capacidad intelectual, que se desarrolla en el sistema educativo.
Sobre culpas y responsabilidades
–¿Por qué se culpa a los jóvenes de los problemas de la educación?
–La culpa no es de los jóvenes, o al menos no toda. La responsabilidad central es de los adultos, que resignan su papel de dar testimonio de que existe otra realidad además de esta superficial, banal y grosera que les mostramos a los chicos.
–¿Prevalece en muchos docentes el prejuicio de que “a los jóvenes no les da para estudiar”?
–No creo que pase eso. Pienso que los docentes se sienten un poco frustrados porque no se sienten socialmente acompañados por la familia, ya que se ha roto el pacto fundacional entre los docentes y los padres: pareciera que los padres están en contra de los docentes.
–¿Qué notas superadoras hubo en la educación argentina desde el año 1999?
–Hubo un aumento presupuestario importante. Se hicieron inversiones importantes en el campo de la ciencia y la tecnología, lo que contribuye a prestigiar ese campo. Y me parece que hay una demanda silenciosa en la sociedad por la calidad de la educación: ahora estamos todavía muy preocupados por el estado de los bancos, la educación y los baños.
–Noto que hay gente a la que le gusta la idea de que en la educación hubo un antes mejor.
–Antes había una mayor confianza en la educación como herramienta de progreso personal y social. Y eso se ha perdido. Y lo han perdido, fundamentalmente, los grupos más favorecidos económica y socialmente. Mientras que la gente más pobre sigue confiando en la escuela como un instrumento de superación.
–¿Qué hace falta para superar la tragedia educativa?
–Asegurarles el acceso a la educación a todos los argentinos. Hoy el desafío que tenemos es educar mejor a la mayor cantidad de gente posible: no es un problema de calidad sino de cantidad de gente educada. Así que hay hacer un nuevo esfuerzo. Y es fundamental que los padres acompañen ese proceso. Los docentes deben ser revalorizados social y económicamente, esto es necesario.
Descomprimir la matrícula universitaria (especialmente en las grandes ciudades)
Atender a la diversificación de la oferta educativa
Posibilitan la generación de focos culturales respetando las idiosincrasias locales, atendiendo a las necesidades educativas y sociales.
El Instituto Nacional de Formación Docente como organismo responsable de: (Art. 76)
a) Planificar y ejecutar políticas de articulación del sistema de formación docente inicial y continua.
b) Impulsar políticas de fortalecimiento de las relaciones entre el sistema de formación docente y los otros niveles del sistema educativo.
c) Aplicar las regulaciones que rigen el sistema de formación docente en cuanto a evaluación, autoevaluación y acreditación…
d) Promover políticas nacionales y lineamientos básicos curriculares para la formación docente inicial y continua.
e) Coordinar las acciones de seguimiento y evaluación del desarrollo de las políticas de formación docente
f) Desarrollar planes, programas y materiales para la formación docente inicial y continua y para las carreras de áreas socio humanísticas y artísticas.
g) Instrumentar un fondo de incentivo para el desarrollo y el fortalecimiento del sistema formador de docentes.
h) Impulsar y desarrollar acciones de investigación …
La formación docente se estructura en dos (2) ciclos, LEN Art. 75:
a) Una formación básica común, centrada en los fundamentos de la profesión docente y el conocimiento y reflexión de la realidad educativa y,
b) Una formación especializada, para la enseñanza de los contenidos curriculares de cada nivel y modalidad.
La formación docente para el Nivel Inicial y Primario tendrá cuatro (4) años de duración y se introducirán formas de residencia
Revista del INFOD
http://red.infd.edu.ar/revista.php
ARTÍCULO de interés:
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/nota.php?id=252426
“Con buenos docentes se puede volver a interesar a los chicos”
Jaim Etcheverry, autor de La tragedia educativa, prepara un nuevo libro sobre la formación de los jóvenes. Sostiene que es prioritario revalorizar social y económicamente a los maestros.
05-09-2010
Ariel Sevilla
asevilla@diariouno.net.ar
Si bien el médico y especialista en educación Jaim Etcheverry (67) sigue como investigador en el Conicet, luego de casi medio siglo de transitar por la Universidad de Buenos Aires como docente, decano y rector, hace dos años que está jubilado por la fuerza de la edad. No obstante, asegura: “Sigo escribiendo y hablando... demasiado”.
De hecho, el autor de La tragedia educativa (1999), libro que supo cosechar adherentes y detractores, quien la semana pasada estuvo en Mendoza para disertar en el XIII Congreso Argentino de Salud, destaca que se hace oír a través de una columna mensual en la revista del diario La Nación y prepara una nueva obra que aún no tiene título pero sí un tema bien definido: siempre transitando el vertiginoso universo de la educación, ahora ausculta a los “jóvenes interesables”.
“No pienso escribir una segunda parte de La tragedia educativa, sino algo referido a los jóvenes, porque les estamos negando la posibilidad de recibir una herencia que les corresponde y que nadie les da –expone Etcheverry–. No estamos dándoles las aptitudes básicas humanas porque nos resistimos a enseñar. Creo que estamos enseñando menos, un poco por comodidad, por responder a las demandas de facilismo. Y creo que los chicos siguen siendo interesables y que el conocimiento tiene la capacidad de interesar”.
Tras disertar en el Congreso sobre la simbiosis que debe darse entre la faceta humana de los médicos y la tecnología y la ciencia para tratar y curar a los pacientes (ver aparte), Etcheverry conversó con UNO, entre otros, sobre el gran aspecto que lo desvela: el sistema educativo.
–A 11 años de La tragedia..., ¿le podríamos cambiar el título al libro?
–No. Sigue siendo igual. Tal vez un poco peor. Hay una caída en el rendimiento de los estudiantes: entre 2000 y 2006 cayeron las habilidades básicas, como la compresión lectora, la matemática, las ciencias.
–¿Y cómo se logra interesar a los jóvenes?
–Con buenos docentes se puede volver a interesar a los chicos en el conocimiento concreto. Acá lo que está en juego es el futuro de ellos y de la Argentina. El conocimiento no es algo decorativo, es algo que sirve para el progreso personal y social. Ahora la información está en todos lados, pero lo importante es el pensamiento atrás, la interpretación de esa información; y para eso se necesita capacidad intelectual, que se desarrolla en el sistema educativo.
Sobre culpas y responsabilidades
–¿Por qué se culpa a los jóvenes de los problemas de la educación?
–La culpa no es de los jóvenes, o al menos no toda. La responsabilidad central es de los adultos, que resignan su papel de dar testimonio de que existe otra realidad además de esta superficial, banal y grosera que les mostramos a los chicos.
–¿Prevalece en muchos docentes el prejuicio de que “a los jóvenes no les da para estudiar”?
–No creo que pase eso. Pienso que los docentes se sienten un poco frustrados porque no se sienten socialmente acompañados por la familia, ya que se ha roto el pacto fundacional entre los docentes y los padres: pareciera que los padres están en contra de los docentes.
–¿Qué notas superadoras hubo en la educación argentina desde el año 1999?
–Hubo un aumento presupuestario importante. Se hicieron inversiones importantes en el campo de la ciencia y la tecnología, lo que contribuye a prestigiar ese campo. Y me parece que hay una demanda silenciosa en la sociedad por la calidad de la educación: ahora estamos todavía muy preocupados por el estado de los bancos, la educación y los baños.
–Noto que hay gente a la que le gusta la idea de que en la educación hubo un antes mejor.
–Antes había una mayor confianza en la educación como herramienta de progreso personal y social. Y eso se ha perdido. Y lo han perdido, fundamentalmente, los grupos más favorecidos económica y socialmente. Mientras que la gente más pobre sigue confiando en la escuela como un instrumento de superación.
–¿Qué hace falta para superar la tragedia educativa?
–Asegurarles el acceso a la educación a todos los argentinos. Hoy el desafío que tenemos es educar mejor a la mayor cantidad de gente posible: no es un problema de calidad sino de cantidad de gente educada. Así que hay hacer un nuevo esfuerzo. Y es fundamental que los padres acompañen ese proceso. Los docentes deben ser revalorizados social y económicamente, esto es necesario.
GUÍA DE ACTIVIDADES- Para relacionar y contestar!!
1) Lea en la Ley de Educación Nacional los Artículos 71-78.
2) Según el Art. 7 de la Ley de Educación Superior ¿Cuáles son las condiciones para ingresar al nivel superior?
3) Según el Art. 17 de la Ley de Educación superior ¿cuáles son las funciones básicas de la educación superior no universitaria?
4) De un ejemplo de las materias que corresponden a cada ciclo de la formación docente.
5) Indague en su municipio cuáles son los institutos de formación docente existentes.
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